Yo siempre he dicho, y lo repetiré hasta el cansancio, que la sociedad crea sus propios monstruos que luego repudia, condena y elimina. Me explicaré. Salvo en algunos casos muy específicos de accidentes biológicos donde un asesino nace asesino por el exceso de algún líquido en el cerebro, o por un desorden psicológico como los sociópatas, todos los demás seres “despreciables” son creados y alimentados por la sociedad en la que viven.
Remontémonos a nuestros días escolares. ¿Quién no tiene recuerdos de algún niño/niña/maestro al que le hiciéramos burla? (O quizá hasta nosotros mismos éramos víctimas de tal) Tooodos, tooodos tenemos un recuerdo así. Todos sabemos que los niños que molestan a otros son inseguros y probablemente víctimas de lo mismo en su propia casa por alguien más grande, que es al que imitan. Las víctimas de estas burlas, ya de por sí son personas que en su casa no los cuidan lo suficiente pues no les brindaron un entorno donde desarrollaran su seguridad personal, donde supieran que no tienen por qué ser víctima de ningún abuso. Todas estas burlas y sobajezas van causando en las personas grandes traumas y caen, como he mencionado en otros posts, en la autodestrucción -que en realidad termina afectando a otros-. Algunas crecen y lo superan y dicen: “Que me importan”. Aprenden con el tiempo que esos monos no eran mejores que ellos, pero otros… otros guardan esa tristeza del rechazo y la van convirtiendo en ira. O tal vez no en ira pero dejan de quererse a ellos mismos aún más. Y no solo a ellos, dejan de confiar en las personas, y dejan de quererlas también volviéndose con el tiempo, ajenos a cualquier norma de convivencia social.
Me parece que todos somos responsables de lo que pasa en la sociedad, hasta cierto punto. Sólo que es muy fácil decir que nosotros hacemos lo correcto vivimos bien y por lo tanto yo no tengo nada que ver con los maleantes, no son mi problema y no es mi culpa y que le hagan como puedan y que se mueran en la miseria en la que nacieron. Pero yo no lo creo así. Veamos un caso hipotético, pero que en cualquier momento podría convertirse en realidad.
¿Cuantos de nosotros hemos ido a un bar y hemos visto que un tipo hasta las chanclas sale tambaleándose hacia su auto? Muchas seguramente. ¿Es nuestra responsabilidad decirle, algo? ¿Evitar que beba? ¿Evitar que maneje ebrio? Pues si me lo preguntan de rápido yo diría, que no. Vive y deja vivir, ¿no dicen? Yo que conio le voy a andar diciendo al mundo entero como vivir su vida. No es mi problema.
Bueno supongamos que ese tipo horas más tarde choca contra tu herman@ y l@ mat@. Coño, de repente se convirtió en tu problema.
Sin embargo no era tu responsabilidad andar cuidando al borracho, ojalá algún amigo de él le hubiera hecho entrar en razón y no lo hubiera dejado salir ebrio, le hubiera pedido un taxi o no sé le hubiera brindado un lugar en su casa para que no saliera. No yo… yo ¿por qué? Y tienen razón, no podemos estar cuidando al mundo entero; NO PODEMOS. Pero si hubiera existido alguien cercano a él que evitara eso, también te hubiera evitado la pena a ti. ¿Entienden nuestra responsabilidad? Es un círculo mínimo, de acaso como dicen por ahí, 6 personas, que con que cuidemos muy bien a los que están cerca de nosotros estaremos cuidando al mundo entero. Pero nunca lo hacemos, ni a nuestros padres, ni a nuestros hermanos ni a nuestros mejores amigos los ayudamos y apoyamos para hacer lo correcto. A veces ni nosotros hacemos lo correcto. Bueno ahí está el resultado…Uno se da sus permisitos de no hacer lo correcto porque te afectan sólo a ti, o eso es lo que uno cree, sin embargo todos estamos a lado de alguien más que piensa lo mismo y que eventualmente lo que él haga directa o indirectamente me pegará a mí.
Una vez más el origen de todo, es uno mismo. Exigirle a alguien que haga lo correcto cuando no lo hacemos nosotros, a diario, es una locura. No porque no tengamos derecho sino porque quiere decir que no habrá ningún resultado, estaremos estancados en pedir que un ejemplo: gobernador, presidente, policía…haga lo correcto mientras yo sé que ni yo me esfuerzo, si yo no me esfuerzo y eso afecta a las seis personas más cercanas, que por lo tanto quizá tampoco estén haciendo lo correcto, para cuando cuentas cuantas no están haciendo lo correcto te das cuenta que es IMPOSIBLE llegar a mejorar. Y dejemos de lado “lo correcto”, lo mínimo para convivir armoniosamente.
La violencia genera más violencia, la intolerancia más intolerancia y la intolerancia te dice: “Oye tú, me desagradas no te quiero aquí y ni te sientas parte de la sociedad por qué no lo eres” ¿Y si no lo son, para qué coño se preocupan por lo que te vayan a causar sus actos? Y así es el cuento de nunca acabar.
Y contrario a lo que pensarían, no tienes que ir a gritarle al vecino que deje de pegarle a su esposa, ni a sus hijos, y no tienes q gritarle a los chamacos para que se estén en paz, o quitarle la pelota. A veces los padres no pueden educar porque ellos no fueron educados, a veces alguien tiene el poder de cambiar tu vida porque cree en ti, o porque te da lo que te hace falta: empatía. A veces si alguien al que tú respetas mucho te da un consejo, lo sigues sin miramiento. Hagamos que los demás nos respeten y admiren para luego aconsejarlos. Y ¿cómo se gana el respeto? Siendo coherente con lo que uno dice y piensa, respetando a su vez la integridad de todas las cosas. Los animales, plantas, niños, adultos ancianos, el valor del dinero, el valor de la amistad, con amor…etc. etc.
Cuando revisas estos puntos y le das una miradita por encima al mundo…entiendes muchas cosas L Dejen de preocuparse por hacer cambios masivos, yo sé que es bien padre sentir que de una sola vez estas cambiando millones de vidas que se dirigen en una sola dirección. Pero eso es irreal, es superficial, porque el verdadero problema está aquí adentro. Es personal y diferente para cada persona…por eso no se abrumen no podemos abarcar tanto, mejor poco a poco y con la atención necesaria.
