lunes, 2 de septiembre de 2013

En el football americano como en la vida…



Originalmente se iba a llamar “Estoy lista para escuchar mis errores”.  Pero juntaré los dos posts en este. Estoy en un equipo femenil de football americano. Tengo un entrenador en particular que es bastante rough.  Nos hace no sólo llegar al límite sino más allá. Y después no sólo le basta la arrastrada que nos pone sino después viene el speech “Motivacional” donde nos invita de una manera muy particular ¬¬ a dejar de ser mediocres.
Pues bueno, últimamente cada que nos hace entrenar mas duro y nos regaña mas seguido por la falta de actitud puedo hacer una analogía con mi vida que podría explicar muchas cosas, y se resume en 2 renglones: “La vida es como el football americano, y Dios es tu coach”.

Me explico:

He posteado varias veces por aquí, lo que para mí es “Dios”. Pero últimamente mi visión sobre él se ha hecho mas clara. Dios es ese coach que te hace arrastrarte por el lodo bajo la lluvia aunque le lloriquees mientras te grita: “¿¿estas cansadooo?? ¿¿Quieres seguir llorando??...no te vas a levantar de ahí hasta que lo hagas bien!”. Te avienta a los golpes, te levanta y te pregunta "te moriste? no verdad?" y uno lloriquea y le pide que por favor haga las cosas por uno o necea sintiéndose cero novato, que ya conoce el juego “pff no te necesito, ni voy a entrenar, ahí en el partido me rifo” o “por favor resuelve esto” o el otro. Y Dios no funciona así. Uno le lloriquea diciéndole: “Ya no puedo más, no sé que hacer…no soy lo suficientemente fuerte, te necesito”. Y entonces el acepta el reto y te dice: “Claro que me necesitas bebita llorona, pero si me pides ayuda para superar esto o lo otro TE AGUANTAS!” porque él no se dobla, él no acepta a los débiles, ni a los tibios. Él quiere a los ardientes de espíritu a los que están dispuestos a luchar contra el mundo para defender su propia felicidad. Y entonces te tira al fango y te pregunta: “¿Qué es lo que quieres?” y contestas ingenuamente alguna estupidez como o “ganarme la lotería”, “ser rica”, “ser exitosa”, “que tal no se muera”  y hay veces que, sólo para que aprendas te lo concede y todo sale mal, todo se llena de malas consecuencias porque uno no sabe manejar ni su propia vida.
Y entonces regresas llorando, adolorido y decepcionado a culparlo. Y te dice. “a ver chiquita, te voy a preguntar otra vez  QUE ES LO QUE QUIERES?” y después de varias veces te das cuenta que como eres un inverve inmaduro, no sabes ni lo que quieres, o  a lo mejor sí pero lo quieres YA! Cuando tú quieres y bajo tus condiciones cuando no tienes ni la pizca de experiencia para manejarlo sin romperlo.   
Y entonces te vuelves a enojar y le dices. “Pues ya no quiero nada!! D:”  y te vuelve a decir: “QUE QUIERES?” y entonces lloras y le cuentas y te da elegir entre la pastilla azul y la roja. Y ya no hay vuelta atrás. Te ofrece la guía y la ayuda, pero nunca te dice lo difícil que va a ser.

Una vez que decides aceptarla…empieza el entrenamiento. Primero te da una lista de tus fortalezas, te consuela en tu dolor y te dice que todo va a estar bien. Es como la bienvenida al equipo, pagas la cuota, te dan tu utilería, entrenas levesón y todos son felices y asi.
Te da un librito donde vienen las reglas básicas para sobrevivir al juego, y jugar limpio para que nadie te castigue. Y donde esta lleno de historietitas que te enseñan como se juega el juego, todas las jugadas posibles, trucos y demás están ahí. Solo tienes que leerlo, esta lleno de enseñanzas suyas y de experiencias pasadas de otros jugadores. Instrucciones BASICAS.
Ya que te sientes todo feliz y con ganas de entrenar, empieza lo bueno. Dios te empieza a enseñar a golpear. Y entonces te sientes más fuerte, casi invencible. Y de repente, llega la hora de aprender a recibir los golpes. Aquí es donde la mayoría de la gente se rinde. Donde todos lloran porque “ya no aguantan”. O les da hueva, o encuentran miles de pretextos para dejar el entrenamiento.
Puesto que no hay ninguna otra forma de aprender a recibirlos para no lastimarte que RECIBIENDOLOS. Uno tras otro, tras otro, tras otro.   Y ahí no acaba, hay que entrenar más duro por que el hecho de que te enseñe a recibirlos quiere decir que vas a hacerlo PARA SIEMPRE.
Después viene la parte de las pruebas. Te vuelve a preguntar: “¿De qué quieres jugar?” y no importa cuantas veces te haya demostrado que él sabe mejor que tú lo que necesitas o puedes hacer en lugar de decirle: “tú dime para que soy mejor” ahí vas a escoger para lo que no estas listo. Y entonces te dice “Cámara, pero te AGUANTAS”.  Y vuelves a empezar; ahora entrenas para lo que quieres ser. Después de varias decepciones te enojas y le reclamas qué “no te esta entrenando bien”. Y entonces… se sienta a tu lado y te dice: “Mira chavo, te voy a dar tu retroalimentación”. Y se suelta con una lista interminable de defectos y errores que has cometido que te duelen mas que los golpes que te enseñó a recibir. Porque te los está diciendo Él. Él  que te ha visto entrenar, Él que no gana nada mintiéndote ni haciéndote sentir mal. Sabes que es verdad, simplemente lo sabes y no quieres aceptarlo.
Y tienes de dos: rabiar, mentarle la madre y decirle que no es cierto que las cosas no son así, agarrar tus cosas e irte a recibir los golpes solo y sin el equipo puesto o enojarte, respirar profundo y decirle: “y ahora que hago? ¿Cómo lo arreglo?” y esperar instrucción.

Esa ha sido hasta hoy la experiencia de mi vida con él. Fuera del campo, continuando con la analogía,  es el ser mas amoroso, comprensivo y misericordioso. Pero una vez que te decides a luchar por lo que él te tiene preparado para ser feliz, te enfrentas al coach mas rudo de la historia. Vas a recibir golpes, regaños, tormentas, resbalones, heridas, decepciones, regaños, miedos, enemigos aparentemente invencibles, vas  a perder a veces, vas a querer rendirte a veces…pero si confías en tu coach por que ÉL SABE MAS QUE TÚ, EL NACIÓ PARA ESTE JUEGO, -es más, ÉL HIZO ESTE JUEGO-. La victoria es SEGURA.


 Pero hay que ser muy humilde, para aceptar que él sabe mejor que tú lo que te conviene y el método mas eficaz para lograrlo. Y hay que ser muy inteligente para asimilar que el beneficio es a largo plazo y no a corto plazo y para entender la manera en la que él trabaja. Y hay que ser muy disciplinado para seguir entrenando diario, sin faltar.


Yo (12), Lobos Femenil 2013





3 comentarios:

Partido Social Player dijo...

APLAUSOS!!!!! es la mejor analogia de Dios que he escuchado/leido, fue sublime, y mira que yo no creo en Dios, es tan buena que casi me convences de creer nuevamente en El... muy bueno tu post, no puedo dejar de sonreir de lo bueno que me parecio...

Perfecto!

Juan Pablo Castel dijo...

Soy tu fan. También soy fan del juego y de encontrar la sagrada geometría del azar.

magicalmisteryguy! dijo...

* Para convertirse en un "hombre de conocimiento" hay que ser un guerrero, no un niño llorón. Hay que luchar sin entregarse, sin una queja, sin titubear, hasta que uno "vea", y sólo entonces puede uno darse cuenta que nada importa.