viernes, 30 de enero de 2015

¿Por qué seguir dedicándole tiempo a la filosofía?

A pesar de que los filósofos intentan siempre salirse de su marco teórico, histórico, cultural para lograr un entendimiento mayor del mundo de alguna forma es imposible desprenderse por completo de estos. Conforme el tiempo avanza se van descubriendo y refutando teorías sobre la naturaleza del hombre, sobre cómo funciona su cuerpo, su mente etc. La evolución o cambio de estos marcos nos permite mirar con otros ojos, así se pueden ir complementando o refutando las teorías y planteamientos hechos con anterioridad. Así que no importa que se diga por ahí que ya todo se ha dicho, se ha pensado y se ha formulado, habrá cosas que podamos refutar o explicar de modo distinto de manera que complemente más y más el entendimiento del mundo y de nuestra propia existencia. Así que con el paso de las generaciones crece la esperanza de ir complementando la concepción de “la verdad”.
Por lo pronto yo pienso estudiar esa carrera en mi retiro. Sí, hasta mi retiro. La podría estudiar ahora pero sinceramente siento que cuando uno es joven los imperativos de la especie – como crecer y reproducirse- afectan en cierta medida nuestros pensamientos. Hay una fuerza interior –débil y dominable- que nos impulsa a realizar cosas que quizá no sean auténticos deseos nuestros y eso –creo yo- puede nublar un poco la visión.

Así que ya para cuando esos imperativos no vivan y visión se encuentre menos nublada le dedicaré los últimos años de mi vida al ejercicio completo y disciplinado del pensamiento. 

miércoles, 28 de enero de 2015

Kafka en la Orilla - Novela de Haruki Murakami



Comencé a leer este libro porque en la portada tiene un gato enorme. Me llaman la atención los gatos, mucho. En ese aspecto el rol del gato de modo genérico fue enteramente satisfecho en la obra. Es decir disfruté el rol que los gatos desempeñan en la historia. Mi primera preocupación había sido esta al escoger el libro para su lectura, y si no me hubiese parecido la forma en la que los gatos entraban en la historia hubiera botado el libro.








A decir verdad el libro en un principio me pareció bastante aburrido. La historia oscila en muchos escenarios que  parecen ser de gran importancia y por la mitad simplemente nunca se hace referencia a ellos. Pareciera que se los pudo haber ahorrado. Como siempre el final y las hipótesis sin concluir me fastidian pero eso solo será causa de no volver a leer a Murakami, si es que este es su estilo. Es el primer libro que leo de él y no me pareció una obra “MARAVILLOSA” pero que va! Yo no soy escritor ni mucho menos. Así que yo que voy a saber de formas, estructuras y contenidos solo me quedo con lo que me hace sentir y lo que me haga pensar.
No sé de aspectos técnicos como tales, solo sé –o me pareció- que es bastante fluido. Como dije, es más bien en el contenido de la historia que al principio resulta un tanto tedioso, es como si pasaran muchas cosas pero ninguna te atrapa, como si fuera el inicio de muchas grandes historias pero solo una toma cauce y aun así en lugar de engrandecerse simplemente va flaqueando. No voy a decir que en algún momento la historia no tome cierto misterio y además tiene uno ganas de seguir pasando las hojas rápidamente para saber qué es lo que va a ocurrir enseguida. Hubo cierto momento en la historia que simplemente no podía dejar el libro y leía sin parar hasta que mi vida cotidiana y las tareas que debo realizar me lo impidieran. Para la mitad del libro definitivamente estaba atrapada en la historia, eso se disfruta bastante. El autor incluye sorpresas que son enteramente agradecidas; radican principalmente en las historias de los personajes, su pasado o su presente pero que hacen levantar las cejas y no quedarse impávido leyendo. Se agradece.
La redacción aunque fluida no me satisfizo del todo, en paralelo estoy leyendo a Benedetti y (sé que no debería compararlos) pero quiero hacer énfasis en que las diferencias se notan. No me quedo con mal sabor de boca, el libro en general me pareció bueno; sabía sin embargo por la forma en que la historia se construye y se va desenvolviendo que el final me iba a decepcionar enteramente, y así fue. Pero como dije antes al ya esperarlo no me dejó un mal sabor de boca.
Algo que definitivamente me disgustó y no sabría decir muy bien por qué, es la inclusión de la tragedia griega de Edipo en la novela. Digo no es que tenga algo en  contra de los griegos. Me molesta por el papel que jugó en la historia. A primera vista me parece un mero pretexto, es decir se toma el argumento principal de Edipo y se le pegan como papel lustre arrugado y con Resistol los personajes y eventos de “Kafka en la Orilla”. Así me parece la historia de Murakami.  Realmente utilizar ese argumento como detonador de la historia me resulta incómodo. Podría incluso dejarlo pasar sin reclamo, si en la misma historia de Murakami no se hiciera mención al hecho y se utilizaran recursos literarios para expresarlos de manera novedosa, pero se menciona sosamente. Se cuenta la tragedia griega de Edipo y no se hacen paralelismos –que habiendo tantos recursos literarios para el mismo no se utilizan- si no simplemente se despliega la total imitación del argumento. No sabría si eso es un logro, una innovación o como lo tomaría el mundo experto y crítico literario, a mí me resultó incómodo y un poco decepcionante en lo particular.  


Algo que me deja Murakami sin dudarlo es un aspecto de la naturaleza humana que me viene dando vueltas en la cabeza desde hace tiempo: la necesidad de la muerte ante hechos que nos hacen sentir incómodos, sucios, incompletos, incorrectos, imperfectos…Se vislumbra cuando [spoiler alert] el personaje principal piensa en el suicidio  después de haber hecho “aquello que no quería”, de lo que estuvo huyendo y que a pesar de todo lo definía.  Este libro y la película “Mapa a las estrellas” me ha dado una percepción muy distinta de las personas que piensan en el suicidio o que acaso logran cometerlo. No sé si en algún punto me atreva a escribirlo. Pero ni la cobardía ni la valentía les quedan como calificativos.  

martes, 27 de enero de 2015

Libros o Personas...

"Todos los libros le hablan al lector y todas las historias son sobre el lector"

¿Cómo puedes leer tantos libros al mismo tiempo?... 

Para mí los libros son como las personas uno no habla con una sola persona y hasta que termine de contarte toda su vida la deja de escuchar o no la vuelve a ver en su vida (existen excepciones supongo). Vemos a nuestros amigos con cierta regularidad que nos cuentan lo que ha pasado hasta ese entonces en su vida, además de que generalmente alguna de sus historias se queda a la mitad porque sigue ocurriendo. Así, cada vez que lo vemos nos va contando el desenlace de esta. Es igual con los libros; cada libro es una “persona” diferente, cada uno cuenta una historia. Así que si puedo tener varios amigos que cada que los veo me cuentan su historia o me la actualizan sin “perderme” o tener que decirles: “a ver cuéntamela toda de nuevo”  puedo seguir varias historias o pensamientos “al mismo tiempo”.
Para mí los libros, más bien las historias de los libros poseen personalidad propia, vaya incluso hasta colores propios. Así cuando leo algo de un mismo libro todo se me presenta en el mismo color, en las mismas tonalidades o con los mismos “efectos”.
Por ejemplo cuando leo “La tregua” de Mario Benedetti todo lo que pasa o se narra en mi cabeza toma colores sepia, naranjas, cafés, rojos tenues. Y cuando cambio de libro a “Kafka en la orilla” de Murakami por ejemplo, los colores son más vivos, resaltan los verdes y azules. Así que es fácil seguir las historias aunque  entre ellas existan pausas e intercambios. Como si viera a dos amigos diferentes en la misma semana: visten diferente, se escuchan diferente, hablan de cosas distintas etc. Así me pasa con los libros y no hay ni siquiera por que confundir los contenidos.
Había dejado ya de lado el leer. De verdad sin darme cuenta pase por un episodio bastante obscuro en mi vida. De devorar libros por semana deje de leer por completo. Deje de escribir, deje de pintar. Salvo cuando escribía de vez en cuando en el Blog –que normalmente era simple desahogo- es impresionante como puede uno sumergirse en aguas obscuras y acostumbrarse a flotar y un día despiertas y dices: “¿Que hago aquí?” y simplemente nadas a la orilla. Me alegra haber “despertado”.

Ahora regreso a leer 4 o 5 libros al mismo tiempo y terminarlos en 2 semanas. Pensando “a quien tengo ganas de ver hoy”.  Había olvidado lo mucho que me gustaba y le tenía cierto despecho a la lectura, más ahora que leer se ha vuelto un cliché. Pero, sin duda he recuperado el gusto.